¿Por qué usar biomasa?
Energía renovable: La biomasa se trata de una energía neutra en emisiones de CO2 y no contribuye al aumento del efecto invernadero. El CO2 liberado en la combustión es el mismo que han absorbido (fotosíntesis) y liberado (respiración) las plantas durante su crecimiento.
Energía local: Se trata de una fuente de energía existente en nuestro país que reduce la dependencia energética del exterior además aportar beneficios tales como:
Ahorro económico: Como materia prima, la madera, a diferencia de los combustibles fósiles, garantiza la independencia de las tendencias globales de precios en los mercados internacionales. Dado que suele utilizarse madera local para la elaboración tanto de leña como de astillas de madera o pellet, los precios se han mantenido estables durante años, mientras que los precios del petróleo y el gas sufren muchas fluctuaciones.
Tipos de biomasa
Leña: La calefacción con leña disfruta de una larga tradición. La leña para calefacción se presenta en forma de troncos de un metro de largo o cortada en longitudes de 25, 30 o 50 cm, como leña lista para quemar. Los sistemas modernos de calefacción por leña proporcionan una combustión óptima y bajas emisiones. El contenido de agua de la leña utilizada para calentar debe ser lo más bajo posible y no debe superar el 20 - 30 por ciento.
Pellet: Los pellets de madera están hechos de madera natural. Los grandes volúmenes de virutas de madera y serrín generados por la industria maderera se compactan y peletizan sin tratamiento previo. Los pellets ofrecen un alto rendimiento energético y son fáciles de transportar y almacenar. Estas son solo algunas de las ventajas que hacen de los pellets el combustible perfecto para los sistemas de calefacción completamente automáticos.
Astilla: Las astillas de madera son un combustible local y respetuoso con el medio ambiente que no está sujeto a las crisis y fluctuaciones del mercado. Además, la producción de astillas de madera da trabajo a la población local. Por todo ello, las astillas de madera son un combustible ideal, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el medioambiental. Los residuos de aserradero y las ramas y copas de árboles sobrantes se trituran para crear astillas de madera. La madera utilizada determina la categoría de calidad.
Revalorización de subproductos agrícolas e industriales: